Actualizado el martes, 26 septiembre, 2023
Hablaremos en esta sección de las obras en Sevilla de dos de los mejores pintores del Barroco, de estilos diferentes pero de enorme maestría ambos.
Herrera el Joven
El día 25 de agosto de 1685 fallece Francisco de Herrera «el Mozo», hijo de Francisco Herrera el Viejo, destacados pintores del barroco sevillano, siendo el primero el introductor del barroco en la pintura española.
Nacido en Sevilla en 1627 sería bautizado en la iglesia de San Andrés, hijo de Francisco Herrera el Viejo uno de los más importantes pintores de la primera mitad del siglo XVII, con el que se formó.
Por problemas familiares se trasladó a Roma y Madrid en 1650 donde adquirió fama y fortuna, volviendo a Sevilla en 1655 tras fallecer su padre. En su ciudad natal realizó varias obras, para volver a Madrid en 1660 donde seria nombrado pintor del Rey y maestro mayor de la corona falleciendo en 1685.
Herrera el Viejo
Padre del mozo, nacido en Sevilla en 1590 representa la evolución de la pintura desarrollada en Sevilla en la primera mitad del siglo XVII, con nuevos aires naturalistas y el abandono del manierismo
Fue uno de los maestros más elogiados y estimados de Sevilla, siendo considerado el primer maestro de Diego Velázquez, siendo influido por Juan de Roelas, una de las máximas figuras de la pintura sevillana de aquellos años.
Ha llegado en nuestros días parte de su producción artística que todavía adorna diversos templos sevillanos.
Ruta de los Herreras por Sevilla
Podemos hacer una ruta para ver las obras de estos dos pintores en la ciudad.
Comenzaremos por la Catedral, donde podemos ver del Mozo los cuadros del Éxtasis de San Francisco de 1656, en su lugar original de la capilla de este Santo, considerado la introducción del barroco más pleno en la pintura sevillana
La Apoteosis de la Eucaristía, de 1656 para la Hermandad Sacramental del Sagrario, se encuentra en la Sacristía de la iglesia del Sagrario de la Catedral.
En la Capilla Real tenemos la urna de San Fernando diseñada en 1671 por el mozo con motivo de la canonización del rey Santo.
De su padre en las gradas, el cuadro de la Inmaculada.
En el convento de San José las Teresas, de Herrera el Viejo el retablo de la Natividad.
Iglesia de San Bernardo, de Herrera el Viejo, el cuadro del juicio final de 1635.

En el Museo de Bellas Artes, procedente de una donación, el retrato de Santo Tomás de Aquino de 1658, atribuido a Herrera el Mozo.
El gran cuadro de la Apoteosis de San Hermenegildo, 1620 de Herrera el Viejo, para la Iglesia del Colegio jesuita de San Hermenegildo , diseñó las yeserías.
Otras obras de Herrera el Viejo son los cuadros de San Ignacio de Loyola procedentes de la Casa Profesa jesuita , las pinturas del retablo del desaparecido convento de San Basilio, obras de 1638, -1639
San Ignacio, Museos de Andalucía

Los desposorios misticos de Santa Catalina de 1615.

Iglesia de San Vicente Mártir, de Herrera el Joven: cuadro de la Exaltación de la Eucaristía, obra de 641, situada en la capilla Sacramental.
Monasterio de Santa Paula, en el Coro bajo de Herrera el Viejo el cuadro de San Jerónimo con Santa Paula y en el Museo, el embarque de Santa Paula.
En Bormujos , en la clausura del convento de las dominicas de Santa María la Real, tenemos la Predicación de Santa Catalina de Siena ante el Papa Urbano VI , de 1645 a 1647, obra de Herrera el Mozo que se encontraba en el refectorio del antiguo convento de la calle San Vicente.
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