Actualizado el sábado, 7 enero, 2023
Bares clásicos, de siempre y con encanto en Sevilla
Si algo puedes encontrar en Sevilla, es sin duda bares, forman parte de la esencia y la cultura de la ciudad.
Da igual la época del año o la hora del día, Sevilla son sus bares, los hay de todo tipo y para todos los gustos, pero nosotros hoy os vamos a hablar de los “bares de siempre” los más queridos por los sevillanos, los que debes conocer si o si, si pasas por Sevilla.
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El Rinconcillo
Uno de los cásicos de Sevilla, y uno de los bares más antiguos. Lugar lleno de encanto y tradición, ya que sus orígenes se extienden a 1670, así que podemos afirmar que forma parte de la historia de Sevilla. Su decoración es típicamente andaluza, muros de piedra, suelos de loza y barra de caoba son alguna de las características del lugar que se siguen conservando a pesar del paso de los años.
Ofertan una amplia carta de tapas y platos, siendo muy famosas las espinacas con garbanzos y la pavía de bacalao. Si quieres disfrutar de la gastronomía típicamente sevillana a base de platos caseros, ya sabes donde tienes que ir.
Las Escobas
Este clásico restaurante sevillano, es uno de los más antiguos de la ciudad. De decoración tradicional, su origen está datado en 1386, convirtiéndose así en uno de los establecimientos hosteleros más antiguos de toda España. Su nombre se debe a que, en el origen del establecimiento, el dueño vendía también escobas.
Tiene una amplia carta de platos y tapas, entre los que destacan el gazpacho, el pescaito frito, múltiples guisos caseros y en general muchos otros platos de la cocina típica andaluza. El establecimiento goza de mesas interiores y exteriores. Como dato curioso indicar que escritores como Cervantes o Lope de Vega frecuentaban el local en su época.
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La Flor del Toranzo
Este bar centenario situado en el barrio de Santa Cruz, ha sido un lugar de encuentro de artistas sevillanos.
De decoración clásica y sencilla sigue conservando la esencia de los bares del siglo XX. Es un lugar genial para disfrutar de un buen tapeo acompañado de una buena copa de vino. Su carta de tapas es amplía, todas están basadas en la cocina típica sevillana mezclada con la cocina cántabra, ya que su dueño es originario de allí.
De ahí que su plato estrella sea algo fuera de lo común: la tapa de boquerones de Santoña con leche condensada, pues bien, algo que a priori resulta poco apetecible, se ha convertido en un imprescindible de todo comensal que visita el local, y tú, ¿te atreverías a probarla?
Las Teresas
Este bar conserva al 100% la esencia desde sus orígenes allá por el año 1870. Inicialmente abrió como tienda de ultramarinos en pleno barrio de Santa Cruz, hasta evolucionar y convertirse en el bar que es hoy.
De decoración recargada y peculiar, se ha convertido con el paso de los años en un lugar de encuentro para los sevillanos. Tiene una amplia carta de tapas caseras, todas ellas realizadas con ingredientes de calidad.
También es un lugar idóneo para degustar buenos productos ibéricos, principalmente ofertan buen jamón, el cual puedes acompañar de una exquisita copa de vino, pudiendo elegir entre múltiples opciones ya que antes de ser bar el establecimiento era bodega, por lo que siguen conservando también una amplia variedad de vinos.
Bodeguita La Aurora
Si ves este establecimiento desde fuera, parece que te has teletransportado un siglo atrás, ya que sigue manteniendo su esencia intacta desde el primer día.
Si entras podrás seguir disfrutando de su decoración austera de madera y degustando sus vinos de barril. Oferta una carta de tapas sencillas, basadas en la cocina andaluza, son tapas podemos decir: “de toda la vida” pero no por ello dejan de estar exquisitas. De este bar son muy conocidas las tapas de chorizo al infierno y los montaitos de pringá, no te arrepentirás de probarlos.
Se siguen sirviendo vinos de barriles, ya que originariamente este bar era una bodega, por lo que la carta de vinos es también muy completa.
Blanco Cerrillo
Pasear por la calle Tetuán de Sevilla y que “huela a Blanco Cerrillo”, es decir que huela a adobo, sea cual sea la hora del día. Este bar abierto en .1926, es famoso por su adobo como hemos dicho, fríe en torno a 40 kilos al día.
El bar es muy pequeño, por lo que la gente suele pedir y sacar a la calle las consumiciones. La carta es bastante escueta: tortilla de patatas, o croquetas son algunos de los otros platos disponibles a parte de su conocido adobo. Es un lugar de tradición sevillana y de parada obligatoria.
Casa Morales
Muy cerca de la Catedral de Sevilla, en la calle García de Vinuesa, se encuentra esta bodeguita cuya apertura se remonta al año 1.850, por lo que es uno de los bares típicos de tradición sevillana. El local es regentado desde sus principios por la misma familia, por lo que conserva su autenticidad.
Su decoración es clásica, techos altos y de madera, hacen del lugar un entorno único. Inicialmente era una bodega que vendía vinos a granel, hasta que comenzó a ofertar consumición de tapas y guisos en el local. La sangre encebollada, pavía, bacalao con tomate y espinacas con garbanzos son algunos de sus platos estrella.
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