Actualizado el domingo, 29 agosto, 2021
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Los mosaicos romanos de Écija, Sevilla
Écija, la antigua Colonia Augusta Firma Astigi, esa gran ciudad monumental cuajada de torres que vemos cuando por la A-4 nos dirigimos a Córdoba, junto al rio Genil (Singilis flumen), y que seguro que muchos de nosotros admiramos desde lejos pero que nunca encontramos el momento de que se convierta en punto de llegada de nuestro viaje, en vez de lugar de paso. Esa es la fantástica localidad a la que, de una manera muy humilde, dedico este trabajo.
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Además de lo acogedora que resulta su población, de la monumentalidad exuberante que nos muestra en cada rincón, del interés gastronómico que ofrece a sus visitantes; además de todo eso, nos muestra una magnifica colección de mosaicos romanos, única en nuestra provincia, y que resalta la importancia que en la época hispanorromana tuvo la población, que incluso llegó a ser lugar estratégico en la ordenación territorial (Conventus Astigitanus).
Los mosaicos del Museo Histórico Municipal
En el centro de Écija nos encontramos con el Museo Histórico Municipal que surge de la iniciativa de una Comisión promotora formada por ciudadanos independientes, y que fue positivamente acogida por el Excmo. Ayuntamiento de la ciudad.

La creación del Museo permitió recuperar para la ciudad el Palacio de Benamejí -un magnífico ejemplo del Barroco ecijano del siglo XVIII, catalogado como Monumento Histórico-artístico-, que era casi una necesidad en una ciudad y un término municipal que poseen una extraordinaria riqueza cultural, y permite exponer, conservar y contribuir a la valoración general de su patrimonio histórico y arqueológico, uno de los más ricos de Andalucía.
Las salas de la planta superior del Museo se componen de los siguientes espacios expositivos:
– Esculturas romanas: en este espacio se presenta un importante conjunto de esculturas descubiertas en las excavaciones de la Plaza de España de Écija, entre las que destaca la excepcional “Amazona herida”, una de las esculturas clásicas en mejor estado de conservación del mundo y en la que aún es perceptible sobre el mármol restos de policromía. Junto a ella se exponen otros fragmentos de esculturas ideales romanas, réplicas de originales griegos del período clásico-severo (atletas, héroes o dioses) y un monumental pie de bronce sobredorado perteneciente a la imagen de una divinidad o emperador divinizado.
– Espacio de mosaicos romanos de Écija: gran sala de aproximadamente 200 m2 en la que se reúnen 6 de los magníficos mosaicos romanos aparecidos en excavaciones urbanas, junto con paneles explicativos de las técnicas y sistemas constructivos y el audiovisual: “Écija: una ciudad de mosaicos”. El conjunto de mosaicos astigitanos es uno de los más importantes del Occidente romano, por su calidad, variedad y dimensiones. Destacan mosaicos como el de las Estaciones del Año, el mosaico del “Don del vino” o el Triunfo báquico de la Plaza de Santiago, que presentan cualidades casi pictóricas. Una maqueta de la ciudad romana a escala 1: 1.000 permite conocer cómo era la Colonia Augusta Firma Astigi en su momento de mayor esplendor económico (hacia mediados del siglo II d.C.).
– Recreación de una habitación romana: se reproduce un ambiente doméstico romano con suelo de mosaicos y una excepcional pintura parietal romana aparecida en las excavaciones de la Avda. Miguel de Cervantes, 35. Los originales de piezas de mobiliario y vajilla se exhiben en una vitrina.
El mosaico de “El Don del Vino”
Localizado en 1990 en unas excavaciones en la calle Espíritu Santo con Barrera de Oñate, el Don del Vino es un mosaico compuesto por teselas de terracota, pasta vítrea, mármol y piedras diversas, datado en la segunda mitad el siglo II d.C. o inicios del siglo III d.C.
Los expertos consideran que se trata de un excepcional mosaico por su calidad técnica, así como por su representación en la que se pueden ver escenas del mito según el cual el dios Baco/Dioniso donó a la humanidad el secreto del cultivo de la vid y de la fabricación del vino.
En la escena central se puede ver a Baco niño cabalgando sobre una pantera (centro abajo). Junto a él aparece un cuerno para beber el vino ( a la izquierda) y una pandereta (sobre la cabeza del felino), objetos estos que se relacionan con Baco.
Otras escenas relacionadas con el vino y la vendimia completan el mosaico, por ejemplo se puede ver al pastor Ikarios con cayado sentado sobre una roca dando un racimo de uvas a una cabra (personaje de la izquierda). Ikarios fue el primer mortal al que Baco inició en el cultivo de la vid y la fabricación del vino. También comparten la escena dos pastores (de pie a la izquierda) que brindan con vino y a continuación, una ménade o bacante y Pan (figuras centrales arriba), con patas de cabra, portando una bandeja y una cesta de uvas. Por último, un sátiro con corona de pámpanos (a la derecha) pisa las uvas en el lagar. El mosaico no se localizó entero y he aquí, a la derecha, donde se enlazaría con las escenas que falta. Se cree que el lagar sería el centro del mosaico y que aparecerían tres sátiros en la actividad del pisado de la uva, elemento figurativo bastante repetido en mosaicos como el que nos ocupa.
Según Apolodoro (Biblioteca III, 14.7) “A Dioniso lo acogió Ikario, quien recibió de sus manos una cepa de vid y aprendió la elaboración del vino. Deseoso Ikario de obsequiar a los hombres con los dones del dios, se acercó a unos pastores, pero éstos, tras probar el brebaje y beberlo a placer sin agua, creyeron que los había embrujado y lo mataron … Cuando su hija Erígone emprendió la búsqueda de su padre, una perra de la casa … le reveló el lugar donde se encontraba el cadáver, y ella, llena de dolor, se ahorcó”.
En el mosaico de Ecija encontramos en un orden un poco “peculiar” a los personajes de este hecho mitológico: Ikario con el rácimo, a los pastores que probaron el vino, al dios Baco sobre el animal con el que comúnmente se le representa la pantera (también con tigres en otras obras), los objetos y personajes acompañan al dios (panderetas, crateras, cuerno, ménade y sátiros) y por último el acto del pisado de la uva en el lagar.
Otros mosaicos de Ecija. Yacimiento de Plaza de Armas.
Pero el Museo no es el único lugar de Écija en donde poder disfrutar de mosaicos romanos.
En el año 2015, en el yacimiento de Plaza de Armas, fue descubierto el mosaico al que se ha denominado “Los amores de Zeus”. Tal importancia tuvo este hallazgo en el ámbito de la arqueología que la revista National Geographic lo calificó como uno de los diez más importante de ese año en el mundo.
El mosaico fue trasladado al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico para su restauración. Durante los trabajos que se desarrollaron en este centro especializado de la Consejería de Cultura, tuve la fortuna de presenciar in situ la labor de los especialistas para devolver el esplendor de esta pieza antes de su vuelta a casa.
En octubre de 2019, el mosaico fue colocado en su lugar original donde puede ser contemplado hoy día por todos los interesados.
Este excepcional tapiz conserva un total de treinta figuras, distribuidas en doce escenas diferentes, relacionadas con episodios mitológicos del ciclo de los amores de Zeus (rapto de Europa, Dánae y la luvia de oro, Leda y el cisne, Castor y un caballo, Antiope y el Sátiro, Ganímedes y el aguila, entre otros).
Como podéis apreciar, para los amantes de los mosaicos y de las antigüedades romanas la visita a Écija no es una opción, sino una obligación. POR FAVOR, NO PASÉIS POR ÉCIJA, ID A ÉCIJA.
Reportaje realizado por Ángel Martínez, mosaista sevillano.
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Me ha encantado la descripción del mosaico del vino. sin falta iré de propio a Écija para conocerlo. Soy Alejandro Pérez, estudiante del Grado Superior de Mosaico en la Escuela de Arte de Mérida.