La Iglesia de san Antonio Abad
Está situada en pleno centro de la ciudad, en la calle Alfonso XII. Es sede de la hermandad del Silencio, fundada en el año de 1340. Es la hermandad más antigua de las que procesionan en la Semana Santa. Fue la adelantada de la defensa del Misterio de la Inmaculada.
Es fácil de visitar debido a su amplio horario de 10-14h y 18 a 21h.
Inicialmente se constituyó como la ermita de san Antonio Abad, sita donde se construyó en el siglo XIV el convento Hospital de san Antonio. Se trataba de un hospital para tratar el ergotismo, una enfermedad causada por la ingestión de alimentos contaminados con hongos, el “fuego de San Antón”. El hospital fue un hospital regido por la orden hospitalaria de san Antón, que se dedicaba en exclusiva a cuidar de estos enfermos, hoy día desaparecida.

En el siglo XVI se trasladó a esta ermita la hermandad del Silencio, adquiriendo la pequeña capilla del Santo Crucifijo y una parte del huerto del Hospital, siendo hermano mayor el escritor Mateo Alemán. En el siglo XVIII se reformó y se unieron la iglesia y la capilla de la Hermandad. En el siglo XIX, cerrado el hospital, fue ocupada por los franciscanos de san Diego, provenientes del convento del Prado de san Sebastián, que residirán en el convento hasta su extinción en 1835.
Posteriormente siglo XIX, se convirtió en parroquia tras el derribo de la cercana San Miguel.
Desaparecida la parroquia quedó como sede de esta hermandad, cuyos titulares son Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y María Santísima de la Concepción.

Es la más antigua hermandad de la semana Santa sevillana fundada en el siglo XIV, en la iglesia del Omnium Sanctorum, realizando su estación de penitencia la madrugada del Viernes santo.
Celebra los cultos del Cristo con un quinario a finales de enero, en junio el triduo al Santísimo sacramento, en septiembre el triduo a la Santa Cruz de Jerusalen y en la fiesta de la Inmaculada, el triduo a la Virgen.

Visitas
Amplio horario de apertura, de Lunes-Sábado 12:00 a 13:30 horas y 19:00 a 20:30 horas. Domingos: 11:30 a 13:30 horas y 19:00 a 20:30 horas.
Situada en la calle calle Alfonso XII, nº 3 teléfono 954 22 97 54.
Exterior de la Iglesia
La fachada da a dos calles. En la calle El Silencio, que corresponde a los pies de la nave de la hermandad, posee una portada sencilla. Sobre el arco vemos un pequeño azulejo de la Inmaculada Concepción. En el muro de la derecha poder ver un retablo cerámico de Nuestro Padre Jesús Nazareno, el Nazareno del Silencio.

La fachada de la calle Alfonso XII corresponde a la entrada principal de la iglesia. Su portada es del siglo XVIII, con un tímpano partido que aloja un arco de medio punto con pintura de Fray Diego de Alcalá y a cada lado los escudos de la hermandad del Silencio. En el muro, a la derecha, se ubican un retablo cerámico de la Virgen María Santísima de la Concepción, una de las titulares de la hermandad del Silencio.
Esta puerta da accesos a un patio o compás, donde podemos ver a Santos de gran devoción en la ciudad.
En el primer tramo, cubierto, hay dos pequeños retablos; a la izquierda el dedicado a San Cayetano y a la derecha Santa Rita de Casia.
En la zona descubierta junto con una Cruz de hierro hallamos los retablos cerámicos de la Virgen del Carmen, de la Inmaculada y de San Antonio María Claret.
En esta zona se encuentra la Tienda de Recuerdos de la hermandad del Silencio.

El patio da acceso al pórtico de entrada a la iglesia. En un lateral se encuentra la pequeña imagen de san Judas Tadeo, abogado de las causas imposibles, de gran veneración popular.

Interior de la Iglesia y Retablo Mayor de la Capilla Hospitalaria
Consta de una sola nave con presbiterio decorado con pinturas murales y coro. Su cubierta es de bóveda de cañón, decorada con pinturas murales, en fase de recuperación, obras de Domingo Martínez y Juan Espinal, realizadas en el siglo XVIII.

El Retablo Mayor es de estilo barroco, del siglo XVII, presidido por Nuestro Padre Jesús Nazareno abrazando la Cruz. Es una imagen de Francisco de Ocampo del siglo XVI. A cada lado se muestran las imágenes de san Antonio Abad, obra de Francisco Ruiz Gijón, y del Beato Juan de Prado.
En el ático, la Cruz junto a san Juan Nepomuceno y san Buenaventura.

En el exterior del presbiterio, muros laterales, las imágenes de la Virgen María y San José sobre peanas, obras de Juan Martínez Montañés realizada 1.607.

Lado derecho, del Evangelio
La Santa Cruz del siglo XVII, portada por el Nazareno en el paso procesional, procedente de México, fue fabricada en madera de teca y revestida con carey. Es acompañada de dos Ángeles, obra de Pedro Duque Cornejo, realizados en el XVIII.

Lado izquierdo, de la Epístola.
Retablo de la Virgen del Alma Mía. Nombre popular de esta Inmaculada del siglo XVII procedente del convento de san Diego. Es de autor flamenco, que le dio el nombre al salvar la vida de su hijo tras un accidente. Es una de las tallas de la Inmaculada más antigua de Sevilla. A su lado se hallan imágenes de santa Ana y san Joaquín. En el ático, san Miguel, santa Bárbara y san Rafael.

Sotocoro
Posee bóveda en forma de pañuelo decorada con pinturas murales, tales como las tentaciones de san Antonio Abad. En el muro exterior penden cuadros sobre la vida de Jesús.
Retablo altar de san Antonio de Padua. Data del XVIII. El santo es acompañado de san Francisco de Paula y san Francisco de Asís.

Retablo con pintura de la Virgen del Carmen. En él socorre a las ánimas del purgatorio. Es una obra del siglo XIX, con seis pequeñas pinturas de la Virgen y diversos Santos.
Interior de la Capilla de Jesús Nazareno o del Santo Crucifijo
Es de planta rectangular, aunque más larga que la del antiguo convento. Los retablos se alojan en los muros laterales sobre los que hay balconadas decoradas con nazarenos de la hermandad del Silencio. A los pies se sitúa la portada que se abrió en el XIX.

El Altar mayor está cubierto por una bóveda y decorado con las partes plateadas del antiguo paso de palio de la Virgen, diseño del pintor Alfonso Grosso. Lo preside la Virgen de la Concepción, de Sebastián Santos Rojas, obra de 1954, acompañada de san Juan Evangelista, una imagen de Cristóbal Ramos, del siglo XVIII.

Lado derecho, del Evangelio
Retablo del Cristo de la Buena Muerte. Es una talla anónima, realizada a mediados del siglo XVIII. Le acompañan dos ángeles.

Hornacina con el busto de un Ecce Homo, sobre el que podemos ver un cuadro de san José.
Al final de la nave vemos los cuadros de Cristo con la Cruz a cuestas y un retrato de san Antonio María Claret, hermano de la Archicofradía.
Lado izquierdo, de la Epístola
En el presbiterio vemos la Cruz de Guía de la Hermandad, que representa a la Cruz de Jerusalén, uno de los titulares de la misma.
Retablo de la Virgen de la Antigua. Es un icono copia de la imagen de la catedral. A ambos lados se sitúan sendas tallas que representan a san Joaquín y santa Ana.

Retablo de san José con el Niño. De estilo barroco, realizado en el siglo XVIII. Se atribuye a Montes de Oca.
Al final de la nave el cuadro de la Crucifixión.
Ubicación
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Devoción a san Antonio Abad en Sevilla
El día 27 de enero es la festividad de san Antonio Abad o san Antón, nacido en Egipto en el siglo II. Fue uno de los primeros monjes cristianos, fundador del movimiento eremítico. Es muy querido al ser el patrón de los animales y cordoneros. Se representa con el hábito de la orden hospitalaria de su nombre y con un cerdo a sus pies.
Junto a la Iglesia descrita, en la Catedral lo encontramos en las capillas de san Leandro y san Francisco. En el museo de Bellas Artes hay una tabla donde se le representa junto a san Cristóbal, obra de del siglo XV, de Juan Sánchez Castro, que proviene del antiguo convento de san Benito.

Hay otras imágenes en el altar de la Inmaculada de la iglesia la Anunciación. En la capilla del Baratillo, con San Pablo eremita alimentado por un cuervo, cuadro de Pedro Campaña en la iglesia de san Isidoro y en un cuadro de Valdés Leal de la capilla de la Quinta Angustia de la Magdalena.

También se encuentra en la capilla de San Bernardo y de la hermandad de la Pastora de Santa Marina.
En la parroquia de san Lucas del barrio de Amate, se celebra su festividad con el acto religioso de la presentación de los animales domésticos.

Tiene dedicada la parroquia de la población de Pruna, en la sierra sur, de la que es el patrón y una ermita en Carmona, lugar del campamento cristiano en la reconquista.
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