Actualizado el martes, 19 septiembre, 2023
Museo de Bellas Artes de Sevilla
El Museo de Bellas Artes de Sevilla es una de las grandes pinacotecas de España, referencia en barroco sevillano, en Murillo, Zurbarán, Valdés Leal, pintura romántica, costumbrista… no te lo pierdas.
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Visita particular / Private Guided Tour

Fundado en 1835, el museo cuenta con una impresionante colección de pinturas y esculturas que abarcan desde la Edad Media hasta el siglo XX.
🖼️ Claves del Museo de Bellas Artes
Cualquier persona con unas mínimas inquietudes culturales debería pisar las salas de este maravilloso Museo de Bellas Artes de Sevilla, con sus maravillosas colecciones de pintura, escultura y cerámica.
- Este museo es referencia absoluta en Barroco sevillano: Murillo, Zurbarán, Valdés Leal y otros. También en escultura, con nombres como Juan de Mesa, Pedro de Mena o Pietro Torrigiano.
- Es un antiguo convento y un bello edificio con patios, grandes escaleras, albercas y bonitas estancias.
- La sección de pintura de siglo XIX y principios del XX, con escenas andaluzas y románticas, es muy atractiva.
- Si quieres conocer cuáles son nuestras obras recomendadas, mira abajo.
- Recomendamos hacer la visita el domingo por la mañana porque en la plaza del Museo se instala un mercadillo de arte.
- Te recomendamos realizar una visita guiada por el Museo de Bellas Artes de Sevilla, es una experiencia totalmente diferente. Puede ser un recorrido general o un ruta temática por pintores o por temas (la moda, Sevilla conventual, Navidad, la pasión de Cristo…)
🎙️ Nuestro podcast sobre el museo
El origen del museo
Tal vez poco conocido y eclipsado injustamente por otras colecciones con mejor marketing, la pinacoteca sevillana goza de una colección envidiable, con obras de primer nivel mundial, en el marco de un edificio que contribuye a la experiencia de la visita, un antiguo convento desamortizado.
El museo está ubicado en un impresionante edificio del siglo XVII que fue originalmente construido como convento de la orden de la Merced Calzada.
Es referencia absoluta de la escuela de pintura sevillana, un género que durante el siglo XVII no tuvo rival en el mundo y que alcanzó también cotas muy especiales en la pintura romántica y costumbrista en el XIX y primeros del XX.
La ubicación es muy cómoda para el turista, ya que se encuentra en la pintoresca Plaza del Museo, presidida por una estatua de Murillo, un rincón clásico de Sevilla.
Esta plaza está a pocos pasos del Corte Inglés del centro, en la Plaza del Duque y junto a las calles Sierpes y Tetuán, de obligado paseo. Esta zona destaca por sus opciones de compras y para comer. La Plaza del Museo debe su configuración actual al siglo XIX, destacar la presencia de dos grandes Ficus en la zona más próxima a la calle Alfonso XII plantados después de la reforma de la plaza en el 1921.
Te recomendamos visitar la Capilla del propio Museo, admirar el Palacio de los condes de Casa Galindo y rendir pleitesía a la estatua de Murillo en el centro, escultura en bronce, obra de Sabino de Medina.
Los domingos se celebra en la plaza un mercado de arte y tiene además una buena tienda de antigüedades.
El edificio es de estilo manierista andaluz, una de las mejores muestras. Juan de Oviedo y de la Bandera fue el arquitecto y escultor que ideó el proyecto constructivo, impulsado por Fray Alonso de Monroy.
La fachada conserva la estructura del convento que en su día fue. El interior es muy atractivo. El edificio se estructura alrededor de tres patios comunicados por una gran escalera y la iglesia, situada en uno de los extremos del convento.
Ocupa el antiguo Convento de la Merced Calzada, fundado tras la conquista de Sevilla en 1248.
Te recomendamos nada más entrar, y antes de acceder a las salas de las colecciones de pinturas, disfrutar de sus patios y ver algunas obras de arte expuestas en estos exteriores, sobre todos los azulejos, que son muy antiguos.
La experiencia del museo empieza recorriendo sus patios y disfrutando de su bella arquitectura
El vestíbulo y los patios se encuentran decorados con azulejería procedente de diversos conventos sevillanos.
El museo cuenta con importantes colecciones de escultura, cerámica y artes decorativas, lo que lo convierte en un verdadero tesoro de la historia del arte en España.
Detente sin prisas en el Claustro Mayor, el claustro de los Bojes, el Claustro del Aljibe y el patio de las conchas con su alberca. Son espacios interiores con enorme encanto y que transportan al pasado conventual del edificio.

La colección del museo
La pinacoteca se divide en 14 salas distribuidas en orden cronológico desde el nacimiento del arte sevillano tras la conquista de la ciudad a los musulmanes por el rey Fernando III el Santo. La temática religiosa es la predominante y tan solo se separan de ella las obras más modernas.
Al visitar cualquier museo es interesante plantearse de dónde vienen las obras que en él se albergan. Por ejemplo el Museo del Prado nació gracias a la vocación coleccionista de los monarcas españoles, cuyas pinturas son el grueso de la exposición actual.
El museo abrió sus puertas al público en 1841 con obras procedentes de conventos y monasterios desamortizados
El Museo de Sevilla proviene principalmente de la desamortización de los bienes de la Iglesia en España en el siglo XIX y de la posterior confiscación de las obras de arte en iglesias y conventos. Lo comprobarás por la enorme presencia de pintura religiosa. Las donaciones y adquisiciones han completado la colección que disfrutamos hoy.
Entre las obras más destacadas se encuentran pinturas de grandes maestros como Murillo, Zurbarán, Valdés Leal, y Goya, entre otros.
El grueso de la colección del museo proviene de la desamortización de los bienes de la Iglesia.
SALA 1 Pintura y escultura sevillanas en el siglo XV
La primera sala alberga joyas medievales españolas y sevillanas. Gótico español y el comienzo de la Escuela Sevillana. Figuras hieráticas, gusto por los dorados, los detalles y los elementos decorativos. Hay pintura y escultura. Nos gusta mucho la Virgen de la Antigua, de autor anónimo. Fíjate en sus muchos detalles. En su mano derecha tiene una rosa, mientras que el niño Jesús sostiene un jilguero.
Otra obra llamativa y llena de detalles es el San Miguel Arcángel, de Juan Hispalense, en pugna sosteniendo una balanza con el demonio que trata de apoderarse de las almas para llevarlas al infierno.
SALA 2. Arte del Renacimiento
La escuela sevillana empezó a tomar impulso de la mano de artistas italianos, como Torrigiano, y flamencos, como Alejo Fernández, que traen el Renacimiento a Sevilla. Hay obras de El Greco, Martin de Voos y Lucas Cranach.
La sala 2 es extraordinaria. No te pierdas la Anunciación de Alejo Fernández o el Juicio Final de Martin de Voos. Otra obra llamativa es el retrato de Jorge Manuel Theotocópuli realizado pro su padre, El Greco, en una clara reivindicación de dignidad y elevación del oficio de pintor
En la sala anexa a la II, destaca en escultura el interesante estudio anatómico del San Jerónimo de Pietro Torrigiano, obra maestra de la escultura y de gran influencia en la posterior escuela de imaginería sevillana. Se acompaña de pequeñas y delicadas pinturas religiosas de estilo flamenco.
SALA 3. El Manierismo
Muestra la obra de los pintores que trabajaron en Sevilla en el último tercio del siglo XVI, como Francisco Pacheco, Alonso Vázquez y Vasco Pereira. Pacheco tiene además el valor de haber sido el descubridor y suegro de Velázquez.
SALA 4. Naturalismo
Se muestran los comienzos del Naturalismo en la pintura sevillana con autores como Francisco Pacheco y sus discípulos Diego Velázquez y Alonso Cano. Destacar también pinturas de Juan de Roelas.
La Santa Ana enseñando a leer a la Virgen de Roelas es una pintura magnífica. La Santa María Magdalena de Pazzi, de Alonso Cano y reciente adquisición, es otra pieza exquisita de la sala, que también cuenta con interesante escultura.
SALA 5. Murillo y la Escuela Sevillana del Barroco
Una de las grandes atracciones es la Sala 5, la antigua iglesia del convento, actualmente dedicada a Murillo y a los grandes maestros que le precedieron en la primera mitad del siglo XVII. El conjunto de pinturas que realizó para la Iglesia del Convento sevillano de Capuchinos es uno de los mejores de su producción y el más importante que conserva el museo.
Tiene una sala de acceso enorme con cuadros de gran formato, destacando la Inmaculada de Murillo y el Crucificado de Zurbarán.
Posteriormente se entra en otro gran espacio que es el auténtico santuario de Murillo, con algunas de sus obras maestras. Santa Justa y Rufina, San José con el Niño, San Juan Bautista, San Félix de Cantalicio con la Virgen y el Niño, San Leandro y san Buenaventura o San Antonio de Padua con el Niño, la Piedad, San Francisco abrazado a Cristo, Santo Tomás de Villanueva dando limosna a los pobres, la Inmaculada del Padre Eterno o La adoración de los pastores formaban parte de las capillas laterales.
No te olvides de la Virgen de la Servilleta y la Inmaculada Niña.
De Zurbarán hay un crucificado grandioso y su obra de mayor tamaño, La apoteosis de santo Tomás de Aquino.
SALA 6. El Barroco español y sevillano
Una selección de pintura barroca sevillana y madrileña, destacando la serie de santas mártires del obrador de Zurbarán. Son salas-pasillo.
SALA 7. Murillo y sus discípulos
Esta sala expone obras de Murillo y de algunos de sus seguidores más cercanos.
SALA 8. Juan de Valdés Leal
Dedicada a la obra de este autor, destacando las series para el Monasterio de San Jerónimo y para la Casa Profesa de la Compañía de Jesús en Sevilla. Es difícil elegir entre tanto movimiento y tanto barroquismo, pero no encanta la muy expresiva «Las tentaciones de san Jerónimo de Juan Valdés Leal» o la bellísima Inmaculada.
SALA 9. Pintura barroca europea
Dedicada a la pintura italiana y flamenca. Destacan José de Ribera y Jan Brueghel el Joven. De Ribera llama la atención el Santiago Apostol. También su hierática Santa Teresa de Jesús.
SALA 10 Francisco de Zurbarán, Juan de Mesa y Martínez Montañés.
Muestra las pinturas que el artista realizó para la Cartuja de las Cuevas y el convento de San Pablo de Sevilla. Enorme profundidad espiritual. La pintura San Hugo en el refectorio es muy representativa del arte de temática monástica de Zurbarán.
En sala anexa, se exponen esculturas de Juan Martínez Montañés y de su discípulo Juan de Mesa.
SALA 11. Pintura sevillana del siglo XVIII y Goya
Este periodo sigue la impronta de Murillo y Valdés Leal, junto a la apertura a las corrientes europeas. Se completa la sala con un retrato realizado por Francisco de Goya. Fue un tiempo de declive económico de Sevilla, cuya escuela de pintura no añadió grandes novedades y siguió en la línea marcada por los grandes maestros del barroco.
SALA 12. Pintura sevillana del siglo XIX
El tipismo de las pinturas costumbristas andaluzas, con sus cigarreras, las estampas taurinas, de bandoleros y de las ferias es otro gran aliciente del museo. Verás esa pintura andaluza de los siglos XIX y principios del XX
Muestra su evolución desde el Costumbrismo romántico al Realismo. Destaca la obra de García Ramos, José Villegas y Las Cigarreras de Gonzalo Bilbao.
La primera parte de la sala se centra en el romanticismo. El retrato de Gustavo Adolfo Bécquer, pintado por su hermano, sorprende por su expresividad y seducción.
La segunda en escenas costumbristas andaluzas. Pequeños pasajes irrelevantes de la vida social callejera de Sevilla, seguramente con más fondo del que parece. Merece la pena detenerse un rato ante la obra maestra de las cigarreras de Gonzalo Bilbao, una ventana amable a la dura vida de estas trabajadoras de la industria del tabaco.
Otra obra interesante es La muerte del maestro de José Villegas, con sus bonitos efectos de luz en los trajes de los toreros.
SALA 13. Pintura sevillana del siglo XX
La sala muestra a los pintores sevillanos de las primeras décadas, entre los que destacan Gonzalo Bilbao y Gustavo Bacarisas. La singular «Sevilla en fiestas» de Bacarisas destaca con sus efectos de luz fauvistas sobre el resto, y preside la sala.
SALA 14. Pintura española del siglo XX
Se exponen obras de varios autores como Zuloaga, Vázquez Díaz y Sorolla. Es una sala con frecuentes cambios de cuadros, pero siempre con firmas de primer nivel de la pintura española del XX.
Visita guiada
Pasa unas horas disfrutando de las mejores obras de arte en Sevilla del Museo de Bellas Artes con un guía oficial especializado. Murillo, Zurbarán, Valdes Leal y otros nombres importantes del Barroco, junto con la pintura costumbrista andaluza y los clásicos del siglo XIX.
Si quieres realizar una visita especial, temática, privada o para grupos contacta en info@visitarsevilla.com
Datos prácticos
Dirección
Plaza del Museo, 9
41001 Sevilla
Teléfono General: 954 78 65 00
Horario de visita
Martes a sábado de 09:00 a 21:00; domingos y festivos de 09:00 a 15:00. Lunes cerrado (excepto víspera de festivo, con horario de festivo)
Entrada
Precio: 1,5 euros
Gratuita para ciudadanos de la Unión Europea acreditados
Estudiantes con Carnet Internacional Miembros del ICOM
Si quieres realizar una visita especial, temática, privada o para grupos contacta en info@visitarsevilla.com
Nuestras obras favoritas

La Anunciación, de Alejo Fernández (1508) – Este bellísimo cuadro es una obra maestra del Renacimiento sevillano, con claras influencias italianas pero también flamencas. Los arcos de medio punto enmarcan la escena de la Anunciación y a los personajes que son la Virgen y el arcángel Gabriel. Detallismo e interiorismos flamencos, junto con la perspectiva y la arquitectura clásica de estilo italiano. La obra presenta también fuertes simbolismos, como el lirio símbolo de pureza.

Arrebatadora escultura, una de las más admiradas del museo. El polémico Torrigiano nos regala una obra en barro cocido que es un estudio anatómico genial, al parecer obtenido de un modelo real de un anciano. Se hizo por encargo para el Monasterio de San Jerónimo de Buenavista.

Esta preciosa Inmaculada es una de las obras maestras de Murillo y no solo por su belleza, sino porque fue concebida para un espacio arquitectónico elevado, con unas condiciones de luz y fue diseñada para ser vista desde abajo con una perspectiva especial. Es por ello que a algunos no les «funciona» o les parece imperfecta. Tú que lees esto ya sabes que no es está mal diseñada sino que está mal ubicada hoy en día.

Sevilla en fiestas, del pintor Gustavo Bacarisas, del año 1915, es considerada una de las principales obras de influencias modernistas e impresionistas del museo. Representa a tres muchachas sevillanas preparadas para disfrutar de las fiestas locales, ataviadas con las mejores galas para la ocasión. El autor centra toda la luz del cuadro en ellas para destacar la belleza de la mujer sevillana.

La maravillosa Santa Inés, del taller de Zurbarán representa la dulzura y recogimiento de estas jóvenes mártires, en un estilo genuino del pintor de Fuente de Cantos. Inés sostiene al cordero (agnes) y se nos presenta como si se detuviera un momento en su paso para ser inmortalizada en la pintura. Destacar la factura de los paños, una técnica que Zurbarán dominó como pocos pintores en la historia. Ver las Santas de Zurbarán.

La Virgen de las Cuevas de Zurbarán, datado en el año 1655, es uno de los lienzos más famosos del artista. Representa una iconografía de origen medieval, donde la Virgen, bajo su manto, protege a los frailes que la admiran con devoción. La obra muestra una técnica ligera, que muestra una obra luminosa y fluida.
Retrato de Santa Justa y Rufina de Murillo, datado del año 1666, ambas Santas son patronas de la ciudad de Sevilla, y aparecen sosteniendo el edificio emblemático de la ciudad, la Giralda. El retrato simboliza la creencia de que esta obra arquitectónica no se derrumbó con un gran terremoto que hubo en Sevilla en el año 1504, gracias a la intervención divina de las Santas.

Retrato de Jorge Manuel, de El Greco, del año 1603, es la única obra maestra de este famoso pintor que se conserva en este museo, de ahí que sea una obra muy apreciada por los asistentes. Este retrato representa al hijo del pintor, también artista. Como curiosidad mencionar que hasta hace pocos años se creía que era un autorretrato del propio Greco.

Obra de José de Ribera donde representa al Santiago Apóstol, fechada en 1634. Fíjate en el uso de la luz y en el potente modelado del dibujo. Es una serena y equilibrada imagen del santo. La sobriedad compositiva concentra la atención sobre los elementos esenciales del cuadro, mientras que con pinceladas densas recrea las calidades de la materia.

Las tentaciones de San Jerónimo de Valdés, datado en el año 1657, esta pintura de fuerte contenido religioso, representa al Santo evitando caer en las tentaciones carnales, intenta transmitir el mensaje de la importancia de la castidad. Destaca por la expresividad del Santo rechazando de manera contundente la lujuriosa llamada de las mujeres, intentando concentrar su atención en el crucifijo y las páginas de la Biblia que tiene delante.

Las Cigarreras de Gonzalo Bilbao, autor reconocido por fusionar el realismo y el impresionismo, ambienta esta obra en la Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, homenajea en esta obra a la figura de la mujer trabajadora. Es una pintura llena de color e intenta trasmitir el buen ambiente de la fábrica en aquella época.

Santo Domingo de Guzmán de Juan Martínez Montañés. Las obras del considerado el gran Maestro de la imaginería sevillana, no podían faltar en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. La escultura de 1,47 centímetros, representa al Santo recogiendo las enseñanzas de Torrigiano. Muestra con naturalidad la tensión de la situación que la figura quería representar, ya que en el retablo para el que fue creado, el Santo se azotaba en la espalda, mientras mantenía en la otra mano una cruz.
Consejos para visitar el Museo
La visita al museo es muy placentera, pocas aglomeraciones, un entorno agradable y bonitas obras de arte. No está mal, de todas formas, que tengas en cuenta estos detalles.
– Al entrar tendrás que dejar casi todos los objetos personales en la consigna gratuita: bolsos, paraguas etc. Son restrictivos en este aspecto.
– Como en cualquier museo del mundo hay que evitar tocar o acercarse demasiado a las obras, prestando especial atención a los niños y evitando tonos de voz altos que molesten al resto de visitantes, incluyendo móviles apagados.
– Accesibilidad. El Museo dispone de sillas de ruedas, ascensores y aseos adecuados. Puede solicitar su uso al personal del Museo.
– Se pueden hacer fotos pero sin flash, excepto en exposiciones temporales donde no se permiten las fotos.. No se permiten los trípodes o los palos de selfie.
– Existe una tienda de recuerdos pequeñita pero suficiente para llevarse un recuerdo relacionado con las colecciones del museo
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Un auténtico placer la visita. Tranquilo, bello edificio y obras de arte maravillosas.